LA LATA O LA PATRIA


Por José Pablo Feinman
Este es un texto para cuadros o pre-cuadros políticos. Voy a decirlo más claramente: si usted es un cuadro político (o, si prefiere, un militante político) ya estará metido en alguna parte. Donde sea, tenga claro que usted está allí para servir y no para servirse de la política. Esta sencilla idea lo alejará de la lacra moral de la corrupción. Si para usted la política es “trepar”, “hacer guita” o “tener poder” (para pisar la cabeza de los otros), hágale un favor a este pobre país: dedíquese a otra cosa. Hay negocios rentables. Actividades que dan dinero y fama. (...) No, hoy hacen falta cuadros, militantes, tipos honestos que quieran servir y no servirse de. Si usted es de esa rara clase, para usted son estas notas.

Usted, también, puede ser un pre-cuadro. Alguien que anda de duda en duda. Elogiable la duda, pero si nos lleva a algo. Cuando su duda lo lleve a “algo” usted dejará de ser un “pre” y será un militante político. (Donde sea: en el barrio, en la asamblea, haciéndole número a la democracia directa o en la fábrica o la universidad. O en algún partido.) Gran momento, para usted y para el país que necesita gente como usted. Porque algo está cambiando y puede cambiar. Sólo un consejo. Cuando llegue a un lugar a “participar”, “poner el hombro”, salir de su pegajosa soledad, de su solipcismo onanista, tiene que hacer una pregunta y no otra. La que tiene que hacer es: “¿En qué puedo servir? ¿En qué puedo ayudar? ¿Qué necesitan de mí?” La que no tiene que hacer es la que han venido haciendo los políticos desde hace ya demasiados años. La pregunta que definió el modelo de político abominado por la sociedad del “Que se vayan todos”. Usted sabe. Esa pregunta. La que hicieron Manzano, Grosso, Nosiglia. La que hizo todo el taimado batallón depredador menemista. La que hizo el Anticristo no bien asomó su cabezota a este mundo. La que hizo la Ingeniera Alsogaray. Esa pregunta. La pregunta del político argentino: “¿Dónde está la lata?”
No hay lata. Ni la lata quedó. Y si alguna quedó metieron adentro una trampa para ratones. El cretino que mete la mano la saca con algunos dedos menos, cinco. Los diarios andan diciendo que bajó la corrupción. Es bueno que baje. Será mejor que desaparezca. El que roba en un país de hambrientos es un hijo de mala madre. (...) Hay, insistamos, algo particularmente repugnante en la corrupción. Porque la política es, en última o primera instancia, el arte de participar en la polis para que la polis sea mejor, su cultura prospere, la gente coma, los pobres amainen como los guapos de Celedonio Flores, la vida tenga valor y sentido, el trabajo se respete. Paremos aquí. Llegamos a un punto que quema. El trabajo. Una sociedad se crea y se organiza para crear trabajo. “Con el sudor de mi frente”, se dice. Parte esencial de la cultura política actual: la revalorización del trabajo, del esfuerzo. Vale la pena romperse las asentaderas. (...) Sin embargo, para que un tipo sienta eso (que vale la pena romperse “eso”) tiene que saber que todos se lo rompen. El Poder se engalana demasiado, desborda pompa y circunstancia. Los funcionarios se lo creen. Les ponen una secretaria y se van a los caños. Les ponen una alfombra y ya caminan distinto, como pavos reales patéticos. Les ponen veinte teléfonos y no atienden a nadie. Tener poder es incluirse en un mecanismo creado para que nadie llegue a uno. (Y su triste contracara: que uno no llegue a nadie.) Este contexto ya los hace sentir “distintos”. No son “hombres comunes”. Y aquí el riesgo de la corrupción ya es grande. El Poder está estructurado para que los poderosos (sintiendo que es algo inherente a su poder) roben.
Grave problema argentino: ¿cómo restaurar una ética del trabajo en una sociedad de ladrones? Barrionuevo, en los execrables años noventa, dijo una frase infame: “Aquí la guita no se hace trabajando”. Increíblemente (y eso muestra lo bajo que llegó este país), la frase jugó a su favor: ¡el tipo, por lo menos, había dicho la verdad! Pero la frase es infame. Hoy, desde el país que hoy queremos, con transparencia, honestidad y trabajo, se ha vuelto infame. En los noventa era la piolada de un impune. ¿Qué país se puede hacer con la ética que late en ese apotegma sarcástico y jodón? Veamos: por un lado, la guita. Por el otro, el trabajo. La hazaña teórica de Barrionuevo radica en la disociación de ambos conceptos. Se acabó la relación entre la guita y el trabajo. La guita “no se hace trabajando”. Se hace de “otra manera”. La gilada no sabe cómo.
En rigor, lo que dijo Barrionuevo es “la guita se hace robando”. Bajarle un mensaje así a una sociedad es, además de un escupitajo injurioso, ultrajante, una indecencia y una imposibilidad. La imposibilidad de hacer un país. Porque un país se vuelve imposible cuando los que lo quieren hacer se lo quieren robar. Y el robo le es tan esencial al poder que no robar es no ejercerlo. Cierta vez, un funcionario le dijo a otro, a uno que recién llegaba: “No seas corrupto, pero tampoco seas boludo”. O sea, no afanés, pero afaná; porque si no afanás no sos lo que sos, un tipo del Poder. Un tipo del Poder tiene que afanar. Si no, es como cualquier otro: un boludo.
Volvamos: la cosa es que hubo una noticia buena. La corrupción bajó. Métase en política entonces. Y desplace a los viejos. A los que confunden la patria con la lata. Porque, en la Argentina, la lata no se va terminar. Recuerden a Sarmiento. “El mal que aqueja a la Argentina es la extensión”. Resignifiquemos: “El mal que aqueja a la Argentina es la extensión de la lata”. Es inextinguible. Lata habrá siempre porque este país es –por fortuna y por desgracia– rico. Ergo, si la lata no tiene fin, lo que tiene que tener fin es el robo. Las manitos afuera. Y toda lata que se precie vendrá con un mecanismo de cierre automático, doloroso y justiciero. No bien la mano entra, ¡paf!, la lata se cierra y no se abre más(...) El tema es nuestro. Es prioritario. Señores, aquí no se puede robar más. Aquí, de ahora en adelante, la plata se hace trabajando o no se hace. Aquí, si se quiere cambiar, que a nadie se le diga “no seas corrupto, pero tampoco boludo”. Que se le diga: “No seas corrupto, boludo”. En una de ésas, quién les dice, nos despertamos un día y tenemos un país.
(En Escritos imprudentes II, B. Aires, Norma, 2005).

Leer más...

WALSH EN LA MEMORIA


“SIN ESPERANZA DE SER ESCUCHADO, CON LA CERTEZA DE SER PERSEGUIDO”


Rodolfo Walsh, secuestrado el 25 de marzo de 1977, fue un periodista y escritor de profundo compromiso político.
Al cumplirse un año del 24 de marzo, envió a distintas redacciones y agencias su “Carta Abierta de un Escritor a la Junta Militar”, hoy considerada como el texto mayor del periodismo latinoamericano, pero que en ese momento nadie publicó.
En la carta (de la que tomamos algunos párrafos), Walsh da un diagnóstico preciso de lo que estaba sucediendo en el país, contrastable con el ‘yo no sabía nada’ que tantos comunicadores esgrimieron cuando el terror quedó al desnudo y volvió la democracia.
Al día siguiente de ese envío, fue emboscado por un Grupo de Tareas de la ESMA, al que se enfrentó a tiros.
Sus asesinos comenzarán a ser juzgados en las próximas semanas.



CARTA ABIERTA DE UN ESCRITOR A LA JUNTA MILITAR

“El 24 de marzo de 1976 (...) lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron, (...) prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina.
Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror. (...) Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. (...) El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el "submarino", el soplete de las actualizaciones contemporáneas.
Depositarios de una culpa colectiva abolida en las normas civilizadas de justicia, incapaces de influir en la política que dicta los hechos por los cuales son represaliados, muchos de esos rehenes son delegados sindicales, intelectuales, familiares de guerrilleros, opositores no armados, simples sospechosos a los que se mata para equilibrar la balanza de las bajas según la doctrina extranjera de "cuenta-cadáveres" que usaron los SS en los países ocupados y los invasores en Vietnam.
En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada.
Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisiones internas, alargando horarios, (...) y cuando los trabajadores han querido protestar los han calificados de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados que en algunos casos aparecieron muertos, y en otros no aparecieron.
Dictada por el FMI según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S.Steel, la Siemens, al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete.
Frente al conjunto de esos hechos cabe preguntarse quiénes son los ‘apátridas’ de los comunicados oficiales, dónde están los ‘mercenarios al servicio de intereses foráneos’, cuál es ‘la ideología que amenaza al ser nacional’. (...)
Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles.”

Rodolfo Walsh. - C.I. 2845022 Buenos Aires, 24 de marzo de 1977.

Leer más...

LA ÚLTIMA DICTADURA MILITAR (24/3/1976-10/12/1983)


El 24 de marzo de 1976, la presidenta M. E. Martínez de Perón fue detenida y asumió el poder la Junta de Comandantes, integrada por el Tte Gral. Jorge R. Videla, el Alte Eduardo E. Massera y el Brig. Gral. Orlando R. Agosti, con Videla como presidente de facto. Comenzó el autodenominado "Proceso de Reorganización Nacional".


José Martínez de Hoz fue designado ministro de Economía y, el 2 de abril, anunció su plan para contener la inflación, detener la especulación y estimular las inversiones extranjeras. La gestión de Martínez de Hoz fue totalmente coherente con los objetivos que los militares se propusieron. Durante este período, la deuda empresaria y las deudas externas pública y privada se duplicaron. La deuda privada pronto se estatizó, cercenando aún más la capacidad de regulación estatal.

Con ese clima económico, la Junta Militar impuso el terrorismo de Estado que desarrolló un proyecto planificado, dirigido a destruir toda forma de participación popular. El régimen militar puso en marcha una represión implacable sobre todas las fuerzas democráticas: políticas, sociales y sindicales, con el objetivo de someter a la población mediante el terror de Estado para instaurar terror en la población y así imponer el "orden", sin ninguna voz disidente. Se inauguró el proceso autoritario más sangriento que registra la historia de nuestro país. Estudiantes, sindicalistas, intelectuales, profesionales y otros fueron secuestrados, asesinados y "desaparecieron". Mientras tanto, mucha gente se exilió.


FRASES QUE GRAFICAN AQUELLA ETAPA NEGRA:

“PRIMERO MATAREMOS A TODOS LOS SUBVERSIVOS, LUEGO MATAREMOS A SUS COLABORADORES, DESPUÉS... A SUS SIMPATIZANTES, ENSEGUIDA... A AQUELLOS QUE PERMANECEN INDIFERENTES, Y FINALMENTE MATAREMOS A LOS TÍMIDOS“
(General Ibérico Saint Jean. Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Mayo de 1977)

“NO DIGO ADIÓS, DIGO HASTA LUEGO”
(Martínez de Hoz al dejar el ministerio de Economía)

“LOS DESAPARECIDOS NO ESTÁN, NO EXISTEN, NO TIENEN ENTIDAD”
(Videla dando explicaciones a la prensa internacional por la violación de los derechos humanos)

“LAS URNAS ESTÁN BIEN GUARDADAS”
(General Leopoldo Galtieri, 1981)

DIJO EL DIARIO BAHIENSE “LA NUEVA PROVINCIA”:

“Enemigo es, salvando cualquier duda, el aparato subversivo en todas sus facetas; el ‘sacerdocio’ tercermundista, que, desesperanzado de alcanzar el cielo, intenta transformar la tierra en un infierno bolchevique; la corrupción sindical, que lejos de considerar al trabajo ‘orgullo de la estirpe’, le ha rebajado, convirtiéndolo en un vil chantaje y holganza: los partidos políticos, nacidos, según sus encendidas mentiras, para servir el bien común, pero, desde sus orígenes, sólo interesados en subordinarlo a mezquinos intereses de comité...
Al enemigo es menester destruirlo allí donde se encuentre, mas destruirlo sabiendo que sobre la sangre redentora debe alzarse la segunda república....a la violencia destructora y asesina es necesario responderle con una violencia que, soslayando condescendencias equívocas, no haga distingos al emplear su fuerza limpia contra las banderías opuestas.”

(Editorial del 24 de Marzo de 1976 “Refundar la Patria. Si así lo hiciereis, que Dios os lo Premie; sino, que os lo demande”)

Leer más...

FIDEL OPINA DE PERÓN Y KIRCHNER


“NO SE ALCANZA EL CIELO EN UN DÍA, PERO CRÉAME QUE LOS ARGENTINOS HAN ASESTADO UN DESCOMUNAL GOLPE A UN SÍMBOLO, Y ESO TIENE UN ENORME VALOR”


-¿Qué opinión tiene usted sobre esa aparente contradicción entre el progresismo y lo militar?

-Mire, ahí tenemos, en Venezuela, un ejército jugando un importante papel con la revolución bolivariana....Lázaro Cárdenas, un general de la revolución mexicana, que es el que nacionaliza el petroleo, tiene un valor muy grande, hace reformas agrarias y conquista el apoyo del pueblo...Perón, en Argentina, era también de origen militar, hay que ver en el momento en que surge, en 1943 lo nombran secretario de Trabajo y hace tales leyes que cuando lo llevan a las prisiones el pueblo lo rescata, y era un jefe militar.
También hay un civil que tuvo influencia en los militares, estudió en Italia, donde también había estado Perón, que fue Jorge Eliécer Gaitán, y eran líderes populares. Perón era agregado de esa embajada, estuvo allá en Roma en los años treinta en la era mussoliniana, y algunas de las formas y métodos de movilizaciones de masas que vio lo impresionaron, hubo influencia, incluso en algunos procesos; pero en estos casos que he mencionado esa influencia Gaitán y Perón la utilizaron en un sentido positivo, porque hay que ver que Perón hizo reformas sociales.
Perón comete, digamos, un error: ofende a la oligarquía argentina, la humilla, le quita el teatro simbólico y algunas instituciones simbólicas; trabajó con las reservas y los recursos que tenía el país y mejoró las condiciones de vida de los trabajadores, y los obreros son muy agradecidos, y Perón se convirtió en un ídolo de los trabajadores.

-En Argentina, Perón y el peronismo siguen teniendo una influencia considerable. Una Argentina donde, en cierta medida, en diciembre del 2001 el modelo neoliberal se derrumbó estrepitosamente. ¿Qué opina usted de los acontecimientos recientes de Argentina?

- Cuando en mayo de 2003 llegaron las noticias del resultado electoral en Argentina anunciando la victoria de Néstor Kirchner y la derrota de Carlos Menem sentí gran satisfacción y júbilo. ¿Por qué? Fíjese, hay una razón muy grande: lo peor del capitalismo salvaje, como diría Chávez, lo peor de la globalización neoliberal, el símbolo por excelencia del neoliberalismo fue derrotado...Mi opinión es que el símbolo de la globalización neoliberal ha recibido un colosal golpe.
Los argentinos no saben el servicio que le han prestado a América Latina; el servicio que le han prestado al mundo al hundir en la fosa del Pacífico, que tiene más de ocho mil metros de profundidad, el símbolo de la globalización neoliberal. Le han insuflado tremenda fuerza al número creciente de personas que han ido tomando conciencia en toda nuestra América sobre qué cosa tan horrible y fatal es eso que se llama globalización neoliberal.
Si se quiere, podíamos partir de lo que el difunto Papa Juan Pablo II dijo muchas veces y cuando estuvo de visita en Cuba en 1998, cuando habló de la ´globalización de la solidaridad´. ¿Alguien estaría en contra de la globalización de la solidaridad en el más cabal concepto de la palabra, que abarque no sólo las relaciones entre los hombres y mujeres dentro de la frontera de un país, sino dentro de las fronteras del planeta, y que la solidaridad la ejerzan también aquellos que derrochan el dinero y destruyen y malbaratan los recursos naturales y condenan a muerte a los habitantes de este planeta?
No se alcanza el cielo en un día, pero créame que los argentinos han asestado un descomunal golpe a un símbolo, y eso tiene un enorme valor”


Extraído de: RAMONET, Ignacio, FIDEL CASTRO: BIOGRAFÍA A DOS VOCES. 2ª ed. Buenos Aires, Debate, 2006.

Leer más...

“POPULISTA”, UN NUEVO INSULTO


(Por G. Maringoni en www.rodolfowalsh.org.ar)

La derecha inventó una forma de descalificar a quién se opone a ella: “populista”. Pero, ¿qué es el “populismo”?

La nacionalización plena de las riquezas del subsuelo boliviano generó un racimo de acusaciones al presidente Evo Morales. La mayor parte de ellas se debe a la dificultad de los medios y del conservadurismo de entender qué fue lo que sucedió en el país vecino. Otra parte viene de una clara mala fe. Una de las acusaciones más repetidas es la de que estaríamos delante de un gesto más de un “populismo retrógrado”.

Acusaciones
El término “populismo” ha sido tomado por el pensamiento conservador como pieza de acusación contra cualquier tentativa de ruptura con los estrechos caminos de la ortodoxia neoliberal. Quien se atreve a fortalecer el carácter público del estado e intentar materializar políticas distributivas de renta, será enseguida tildado de “populista” en las páginas y pantallas de la gran prensa nacional. Equiparando el término a la demagogia, a la mentira y al discurso vacío de políticos astutos para mantenerse en el poder. el término también fue maltratado y descalificado por cierta intelectualidad.
Es preciso examinar lo que significa “populismo” y lo que quieren decir los acusadores.

“Economist” entra en escena
La revista británica “Economist”, edición del 12 de abril último, publicó una nota titulada “El retorno del populismo”. Allí afirma que “la tan renombrada guiñada para la izquierda enmascara algo más complejo: el renacimiento de una influyente tradición latinoamericana”. Los nuevos dirigentes continentales son divididos en dos grupos. El primero estaría formado por “social-demócratas de izquierda moderada”, como Lula de Brasil, M. Bachelet de Chile, y Tabaré Vazquez de Uruguay. Un segundo grupo incluye a Chávez de Venezuela, Evo Morales de Bolivia y Kirchner. En este grupo estarían los “populistas”. La revista no consigue definir bien qué sería “populismo”. “El término generalmente describe un político que busca popularidad a través de los bajos instintos de los electores”. La revista nada dice del marketing político, que busca quitarle a la elección política cualquier rasgo de razón, centrándose básicamente en los aspectos emocionales y simbólicos de cada candidato.

Concepto elástico
La socióloga venezolana M. López Maya señala que “populismo no es, estrictamente hablando, ni un movimiento socio-político, ni un régimen, o un tipo de organización, sino fundamentalmente un discurso que puede estar presente en el interior de organizaciones, movimientos o regímenes muy diferentes entre sí”. Una clasificación general de lo que sería un líder populista, comúnmente aceptada, da cuenta de que se trata de un dirigente que establece canales directos con el pueblo, sin la mediación de instituciones, entidades o instancias.
El líder populista se relaciona con multitudes, por encima de los partidos, sindicatos, parlamentos, etc. Existe un componente centralizador en la figura del jefe populista, en donde, por la falta de mediadores, se vuelve la propia encarnación del Estado en el imaginario de las clases populares urbanas (por ej. Perón )

Bases objetivas
Pero no se puede examinar las manifestaciones del populismo apenas por sus aspectos exteriores o manifestaciones fragmentadas. Es necesario observar cuales son las base objetivas para su surgimiento. En primer lugar, es necesario verificar que el populismo se da prioritariamente en sociedades de capitalismo tardía, industrialización y urbanización aceleradas y desplazamiento de grandes contingentes de población del campo para la ciudad en cortos períodos de tiempo. Esos factores raramente estuvieron presentes en países de desarrollo industrial más extensivo, como sucedió en Europa y en los Estados Unidos.

Populismo actual
¿En qué aspecto las prácticas políticas de Hugo Chávez, Evo Morales y otros pueden ser caracterizadas como populistas y qué populismo es ése? En el caso de Chávez, por ejemplo, el está a kilómetros de distancia de la demagogia de sectores que se valieron de la práctica populista como forma de ejercer el dominio conservador.
Venezuela vive una crisis política y social profunda desde, al menos, 1983, cuando, por el alto endeudamiento y la caída de los precios internacionales del petróleo, el país literalmente quebró. En 1989 la situación se agudizó más aún. Después de un acuerdo con el FMI, firmado por el presidente Carlos Andrés Pérez, es anunciado un rígido paquete económico duplicando los precios internos de los combustibles, cortando gastos y empleos públicos e imponiendo un severo control fiscal a la economía.
Resultado: tres días después del anuncio, el 27 de febrero, una verdadera rebelión popular toma cuenta de Venezuela. Saqueos, desmanes, y manifestaciones contra el gobierno se suceden en las principales ciudades. El ejercito interviene con una brutalidad inigualable. El episodio quedó conocido como el Carachazo.
Se desmorona allí una arquitectura social y un padrón de convivencia construidos a lo largo de todo el siglo, teóricamente basado en la tolerancia y en el respeto a las diferencias. Y el país asiste a una amplia desarticulación de sus instituciones representativas, con la pérdida de legitimidad de la Justicia, del Parlamento, de los sindicatos y asociaciones de clase. La crisis económica se completaba con la crisis política. Hugo Chávez, que tentara una sublevación militar en febrero de 1992, surge en el contexto de esa crisis y se vuelve un líder extremamente popular de la noche al día.
Cuando gana las elecciones, Chávez se ve frente a una sociedad fragmentada y sin referencias institucionales con credibilidad. Sin marcos legales para se encuadrar, el se vale de su inmenso prestigio personal y de su agudísima intuición y osadía políticas. No había, en Venezuela, otro camino más que el de ejercer su liderazgo en línea directa con las masas.
Hay aquí un parecido distante con características de algunos países latinoamericanos en el siglo XX, relatada anteriormente: estamos frente a una sociedad en transformación acelerada, en proceso de definición de nuevos estructuras institucionales y políticas. No hay movimiento social organizado autónomamente en el país. En una frase, no existen puntos de apoyo. No se trataba -y no se trata- de una voluntad premeditadamente caudillesca y autoritaria, como acusan sus enemigos, sino a una adaptación a las condiciones objetivas encontradas.
Chávez no es sólo un líder, sino el principal y prácticamente el único garante del proceso político en curso en su país. No es para espantarse que su práctica tenga, de hecho, contornos populistas. Su populismo radical, no obstante, tiene características civilizadoras en la realidad venezolana. Al liderar el proceso constituyente y establecer nuevos parámetros de convivencia e incentivar la organización social, el mandatario venezolano busca rediseñar el Estado y su papel como ente público. Irónicamente, él es un populista que, al fortalecer la organización popular, va camino a acabar con el populismo.
En un punto, “Economist” tiene razón: “Una gran razón para la persistencia del populismo es la extrema desigualdad social en la región”. Es posible completar: desigualdad acentuada por la vigencia del neoliberalismo. Hay un trazo común en los países latinoamericanos que asisten al surgimiento de nuevos personajes políticos. Ellos entran en escena en la estera de la destrucción de normas y parámetros de convivencia social e institucional de los últimos 15 años. Y los liderazgos que surgen son más o menos populistas, de acuerdo con cada situación.

En resumen
1) Nadie es populista porque y cuando quiere. Eso corresponde a necesidades históricas objetivas;
2) El populismo permitió la entrada de las masas empobrecidas en el escenario político latinoamericano;
3 La acusación de “populista” hecha por la derecha en la actualidad busca encubrir el debate sobre las alternativas al pensamiento único;
4) El populismo no es en sí, positivo o negativo. El centro de la cuestión es: la devastación neoliberal debilitó parámetros de convivencia institucionales. Recuperarlos muchas veces -como muestra el caso venezolano- ha sido tarea de dirigentes con capacidad de relacionarse en línea directa con la población.

Todo esto es teoría. En la práctica, la derecha odia a los populistas, por sobre todo, porque en el término está implícita la palabra “pueblo”.

Leer más...